La adopción de Bitcoin está en aumento en el mundo, eso lo certifican informes recientes y varias encuestas realizadas por empresas serias alrededor del planeta. Desde el reconocimiento de las personas para con la criptomoneda madre, hasta el incremento significativo de quienes desean invertir, son señales que demuestran que el criptoactivo está arrasando en las estadísticas que indican que estamos frente a una nueva época de la economía mundial.
La confianza en Bitcoin sigue creciendo y cada vez es más importante en la vida diaria de los habitantes del mundo. Su adopción y comercialización ha ido en aumento año tras año, cada vez son más las personas y empresas que le dan el sí a la criptomoneda.
El Bitcoin se ha vuelto una opción de fácil movilidad de dinero alrededor del mundo. Por tanto, no es de extrañar que el volumen de comercialización de bitcoins siga en aumento, no solo por la fácil movilidad de dinero entre países, sino también porque es una opción para las personas que viven en economías inflacionarias al momento de querer preservar el valor de su dinero.
Los problemas de confianza que están enfrentando las monedas fiduciarias tradicionales, está impulsando a Bitcoin. América Latina es un gran ejemplo de ello. Venezuela destaca por poseer la moneda más devaluada de la región, le sigue Argentina. Su nivel de adopción está demostrando cómo Bitcoin actúa como almacén de valor potencial y se convierte en un ancla en tiempos de crisis.
Los países de Latinoamérica no son precisamente conocidos por la estabilidad de sus economías. La inflación, la corrupción, la burocracia y la ineficiencia son el pan nuestro de cada día para una ciudadanía que realmente desea progresar, pero los obstáculos abundan en demasía. El sistema bancario es sumamente excluyente, y el nivel de desigualdad en la región se encuentra entre los más altos del planeta. El sector informal es gigantesco, y muchos viven de las remesas que sus familiares, en el primer mundo, les envían, pero se ven obligados a pagar grandes comisiones.
Ahora bien, Bitcoin se presenta en Latinoamérica como una solución muy efectiva para solventar muchos de los problemas que ha padecido la región por años y décadas. El interés está creciendo, y las transacciones en criptomonedas han aumentado aceleradamente en los últimos años. Latinoamérica es tierra fértil para las criptos, indudablemente. Entonces, exploremos algunos casos curiosos.
Argentina es una de los países más grandes del mundo y una de las economías más vibrantes de Sudamérica. Su economía depende principalmente de sus recursos naturales y la exportación de su poderoso sector agrícola, y cuenta con un creciente sector tecnológico, una población educada y un nivel de desarrollo humano relativamente alto. El Bitcoin no es una moneda de curso legal, sin embargo carece de restricciones significativas. La minería de Bitcoin y las casas de cambio son legales, y el Bitcoin es considerado una mercancía bajo su código civil. Argentina es la campeona de la adaptación del Bitcoin en Latinoamérica.
Buenos Aires se posiciona como una de las criptocapitales del mundo. En Buenos Aires más de 130 comercios aceptan bitcoins. La comunidad cripto es sumamente dinámica y en sano crecimiento. Eso la coloca entre los líderes en el mundo en materia de adaptación. Recientemente Bitcoin ha experimentado un gran impulso de adopción por la crisis monetarias, por las restricciones cambiarias y por el índice de alta inflación. Entonces, el Bitcoin goza de gran atractivo en un sector importante de la población como un medio para resguardar valor y como medio de intercambio.
La adopción del Bitcoin continúa aumentando en Venezuela, al mismo ritmo que la incertidumbre económica. El país ha venido alcanzando nuevos récords de comercio con Bitcoin.
Debido a su escenario inflacionario, los ciudadanos recurren al Bitcoin como un depósito de valor. Sobre todo, porque pueden acceder a la criptomoneda sin tener que recurrir a un intermediario.
Sin duda Chile, el que era conocido como el país más estable de América Latina, desde el 18 de octubre ya no es el mismo. El llamado “despertar” ha convulsionado a la sociedad entera. Mientras algunos están eufóricos, emocionados, otros tienen muchos temores del colapso económico y han decidido refugiarse en Bitcoin.
Curiosamente, en este país, durante las protestas también se han hecho manifestaciones individuales a favor de Bitcoin, lo que indica que para algunos sectores la criptomoneda pionera es parte del camino que conduce al cambio.
Perú, territorio de grandes riquezas naturales y de íconos arquitectónicos pre-colombinos como el Machu Picchu, también se ha convertido en los últimos años en terreno próspero para el mercado criptográfico. El mayor productor de minerales de América Latina es también un gran interesado en Bitcoin y otras monedas digitales.
Este año, el país suramericano se ha posicionado entre los primeros de la región en cuanto a volumen de transacciones con criptomonedas, despúes de Colombia y Venezuela. Durante el mes de octubre del presente año, el mercado de las criptomonedas en Perú, comerció un volumen superior a los USD 4 millones en Bitcoin.
Una nueva encuesta realizada por el Banco de Canadá revela cómo la demografía de la propiedad de bitcoin ha cambiado en los últimos años. El Banco de Canadá descubrió que el número de canadienses que conocen Bitcoin aumentó del 62% en 2016 al 89% en 2018. Al mismo tiempo, el porcentaje de canadienses que poseen el criptoactivo, aumentó del 3% al 5%.
Una encuesta similar de Blockchain Capital a principios de este año encontró que el 11% de los estadounidenses posee bitcoin, más del doble de la tasa de propiedad canadiense que encontró el Banco de Canadá. Blockchain Capital encontró que uno de cada cinco (20%) de los estadounidenses de entre 18 y 34 años posee bitcoins, de nuevo aproximadamente el doble de la tasa de propiedad del 10.5% en Canadá.
Una encuesta de Statista de 2019 encontró que el país con el mayor porcentaje de propietarios y usuarios de criptomonedas era Turquía con un 20% seguido de Brasil (18%) y Colombia (18%).
Los inversionistas de Bitcoin que superaron la volatilidad de 2018 han sido recompensados por su paciencia en 2019. Un informe de la firma Grayscale determinó que Bitcoin ha subido un 170,7% en lo que va del año.
